Bailarines: Muévete más fácilmente con el yoga

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Dancers: Move with Greater Ease Through Yoga

Únete a Amanda para explorar cómo el yoga complementa la danza mejorando la flexibilidad, previniendo lesiones y fomentando la autoaceptación, a la vez que ofrece posturas para ayudar a los bailarines a calentar, recuperarse y moverse con mayor facilidad e intención. También comparte una clase de yoga de 45 minutos adaptada a los bailarines.

¿Cómo empezaste con la danza y el yoga? ¿Qué te atrajo de cada uno?

Para mí, no hay nada como la sensación de bailar, la libertad, la expresión, la pura alegría del movimiento. De niña era tímida e introvertida por naturaleza, pero la danza me dio voz. Me permitía expresar emociones de una forma que las palabras nunca podrían.

Mi carrera profesional como bailarina duró hasta los treinta y pocos años, pero tuve problemas de espalda debido a la escoliosis. Fue entonces cuando descubrí el yoga. Me ayudó a fortalecerme de forma segura y a recuperar la movilidad. Con el tiempo, el yoga se convirtió en una parte esencial de mi camino en la danza, permitiéndome moverme sin dolor y con más libertad.

Desde que me retiré de la danza profesional, el yoga me ha ayudado en la transición a los 50 años manteniéndome fuerte, flexible y sin lesiones. Hoy en día, comparto estos conocimientos con los bailarines, ayudándoles a prevenir lesiones y a moverse con mayor facilidad.

También dirijo una academia de yoga en línea, Inspire Movement Coaching, donde ofrezco cursos de formación de profesores de yoga, meditación y respiración, guiando a otros a encontrar la fuerza, el equilibrio y la longevidad en sus propios viajes de movimiento.

¿Cómo se complementan la danza y el yoga?

La danza y el yoga son como dos caras de la misma moneda, ambas enraizadas en una profunda conciencia corporal. La danza es dinámica, llena de ritmo y narrativa, mientras que el yoga ofrece equilibrio físico y emocional, respiración y quietud interior. Juntos crean una hermosa sinergia.

Para los bailarines, el yoga mejora la flexibilidad, fortalece y ayuda a prevenir lesiones al fomentar la alineación y el movimiento consciente. Enseña a controlar la respiración, lo que mejora la resistencia y la gracia. Pero más allá de los beneficios físicos, el yoga ofrece algo más profundo: invita a los bailarines a reducir la velocidad, a sintonizar y a moverse con intención en lugar de actuar.

Los bailarines profesionales se esfuerzan a menudo por alcanzar la perfección, pero como práctica no competitiva, el yoga fomenta la autoaceptación. Permite a los bailarines alejarse de las expectativas externas y centrarse en cómo se siente el movimiento más que en cómo se ve.

Ya sea en la esterilla o en el escenario, ambas prácticas fomentan la presencia, la conexión y la libertad de moverse de una forma auténtica.

Posturas de yoga y áreas de interés beneficiosas para bailarines

Estas posturas pueden utilizarse antes del entrenamiento o de las actuaciones para calentar y aumentar la amplitud de movimiento, o después para liberar tensiones y ayudar a la recuperación.

1. Postura del cachorro extendida (Uttana Shishosana)

Áreas objetivo: Hombros, columna vertebral, parte superior de la espalda

·       Pre-rendimiento/entrenamiento: Calienta los hombros y la parte superior de la espalda, favoreciendo la movilidad de los port de bras.

·       Después del entrenamiento: Ayuda a liberar la tensión en la columna vertebral y los hombros, que a menudo se tensan por movimientos repetitivos y posiciones de brazos por encima de la cabeza. 

2. Postura del caracol (Halasana Variación)

Zonas objetivo: Columna vertebral, isquiotibiales, parte superior de la espalda

·       Pre-rendimiento/entrenamiento: Alarga suavemente los isquiotibiales y la columna vertebral, preparando el cuerpo para movimientos que requieran pliegues profundos hacia delante o la articulación de la columna vertebral.

·       Post-rendimiento/entrenamiento: Ayuda a la descompresión de la columna vertebral y estira la espalda después de ensayos o actuaciones prolongadas.

3. Postura de las divisiones centrales (Samakonasana)

Áreas objetivo: Muslos internos, isquiotibiales, flexores de la cadera

·       Pre-rendimiento/entrenamiento: Ayuda a mejorar el giro y la extensión de las piernas abriendo las caderas y aumentando la flexibilidad de los aductores e isquiotibiales.

·       Post-rendimiento/entrenamiento: Libera la tensión de la cara interna de los muslos y los flexores de la cadera, que pueden tensarse debido a los saltos repetitivos y los movimientos dinámicos. 

4. Flexión hacia delante sentado (Paschimottanasana)

Áreas objetivo: Isquiotibiales, gemelos, columna vertebral

·       Pre-rendimiento/entrenamiento: Mejora la flexibilidad de los isquiotibiales, favoreciendo las extensiones de piernas altas y las líneas largas y controladas.

·       Después de la actuación/entrenamiento: Favorece la relajación y la conciencia de la respiración, ayudando a reducir el estrés del sistema nervioso y a aliviar la rigidez muscular.

5. Postura reclinada a horcajadas (Supta Upavistha Konasana)

Áreas objetivo: Caderas, cara interna de los muslos, zona lumbar

·       Antes del ejercicio/entrenamiento: Abre las caderas suavemente, permitiendo una mayor amplitud de movimiento en pliés profundos, arabescos y extensiones.

·       Después del ejercicio/entrenamiento: Ayuda a la recuperación aliviando la tensión en la cara interna de los muslos y descomprimiendo la zona lumbar tras un esfuerzo físico intenso.

El yoga ofrece beneficios que van más allá de lo físico. Las técnicas de respiración, como Dirga Pranayama (respiración en tres partes), mejoran la resistencia durante las actuaciones, mientras que las prácticas de atención plena ayudan a controlar los nervios escénicos y mejorar la concentración.

Una de las grandes lecciones que el yoga enseña a los bailarines es la importancia del descanso y la recuperación. En un mundo en el que a menudo se celebra la superación de los límites, el yoga nos recuerda que el verdadero progreso proviene del equilibrio, desafiando al cuerpo al tiempo que se le proporciona el cuidado que necesita.

Para los bailarines que deseen integrar el yoga en su entrenamiento, empezar con algunas posturas clave después del ensayo puede mejorar la flexibilidad y prevenir la rigidez. Con el tiempo, una práctica regular de yoga no sólo mejorará las capacidades físicas, sino que también profundizará en la conexión mente-cuerpo, haciendo que el movimiento resulte más fácil, expresivo y libre.

Tanto si eres un bailarín experimentado como si acabas de empezar, practicar yoga puede cambiarte las reglas del juego, permitiendo que el movimiento fluya con mayor facilidad, intención y gracia.

Practice On

Los bailarines pasan mucho tiempo en espacios cerrados, ya sea en estudios o teatros, ensayando o actuando, así que hoy Amanda quería traerte un toque de naturaleza a través de esta práctica. Esta clase está diseñada para mejorar la flexibilidad de los isquiotibiales y las caderas. También prestaremos una merecida atención a los pies y exploraremos una técnica de respiración para aliviar la ansiedad de las actuaciones. Para terminar, Amanda te guiará a través de una relajación de todo el cuerpo, dejándote tranquilo, restaurado y listo para moverte con aún más gracia y facilidad.

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