En su teacher spotlight, Miles comparte su trayectoria desde curioso admirador del yoga hasta instructor apasionado. Empezó a practicar yoga regularmente durante el cierre de 2020, mezclándolo con su amor por la calistenia. Su filosofía de enseñanza se centra en la creación de un ambiente seguro y de apoyo, mientras que hace hincapié en la importancia de la paciencia y la construcción de una base sólida para el progreso. Miles incorpora yoga, inversiones y calistenia en su práctica, creyendo que la combinación mejora la fuerza, la flexibilidad y la atención. Ofrece consejos útiles para superar los bloqueos mentales en las inversiones y aconseja a los nuevos estudiantes que busquen orientación, sean pacientes y disfruten del camino.
¿Cómo descubrió el yoga y cuál fue su camino de estudiante a profesor?
Siempre he sido una gran admiradora del yoga, aunque mi rutina de entrenamiento principal seguía otros protocolos. No fue hasta el primer encierro en 2020 cuando finalmente me comprometí a practicar yoga con regularidad. Al poco tiempo, empecé a integrar cada vez más prácticas de yoga en mi régimen de entrenamiento principal. A finales de 2020, me encontré diseñando mis propias clases, inspirándome en las secuencias que había aprendido y mezclándolas con el aspecto del yoga que más me cautivaba: los equilibrios de manos y brazos. Después de dedicar incontables horas a escribir, estructurar, probar y practicar, finalmente me sentí lo suficientemente segura como para empezar a ofrecer lecciones.
¿Tienes algún consejo para equilibrar tu práctica personal y la enseñanza?
Como a la mayoría de los practicantes, al principio también me costó encontrar el equilibrio adecuado. Es algo que puede ocurrir al principio, cuando tu principal objetivo es ampliar tu base de clientes, y esa sobrecarga de trabajo no sólo compensa tu práctica, sino que empeora tus servicios. El punto de inflexión para mí fue cuando decidí reconsiderar mis prioridades y encontrar siempre tiempo para mi consulta. Decir que no, al principio puede parecer mal, o incluso dar miedo, pero a la larga dará sus frutos.
¿Cuál es su enfoque o filosofía de la enseñanza?
Mi papel como profesor es polifacético. Además de elaborar un programa de entrenamiento adaptado a las necesidades específicas de cada cliente, soy responsable de garantizar que todo funcione correctamente, de crear un entorno seguro y acogedor en el que se sientan cómodos y se diviertan, y de proporcionarles apoyo mental, especialmente en los momentos en los que los progresos son más lentos de lo esperado. Encontrar el equilibrio adecuado no es tarea fácil. Creo que la honestidad desde el principio es crucial: explicar a cada cliente que el progreso lleva tiempo, que no siempre es lineal, y hacer hincapié en la importancia de construir una base sólida para un crecimiento sostenible. Este enfoque fomenta la mejora y el desarrollo orgánico. Y, sobre todo, siempre les recuerdo que disfruten del viaje.
¿Qué le inspiró a especializarse en calistenia y cómo conoció esta práctica?
Descubrí la calistenia en 2016 a través de un vídeo de YouTube. Era una simple demostración de ejercicios básicos con el peso del cuerpo, pero lo que me llamó la atención fue el propio nombre: calistenia. La palabra procede de los términos griegos "κάλλος" (belleza) y "σθένος" (fuerza), y eso despertó inmediatamente mi curiosidad. Al profundizar más, me enteré de que la calistenia era originalmente un método fundamental de entrenamiento de fuerza utilizado por los soldados espartanos para prepararse para el combate. Sus rutinas se centraban en ejercicios con el peso del cuerpo, complementados con movimientos acrobáticos realizados por parejas o en grupo, movimientos que, hoy en día, podrían compararse incluso con flujos de danza. El objetivo no era sólo desarrollar la fuerza y la flexibilidad, sino también mejorar la propiocepción y fomentar la coordinación y la comunicación fluidas entre los soldados.Aunque la forma moderna de calistenia ha evolucionado, el principio básico -fortalecerse y flexibilizarse utilizando el propio cuerpo- resonó inmediatamente en mí. Desde mi primera práctica, me enganché. Hay algo increíblemente gratificante en tirar o empujar de tu propio cuerpo, una sensación que había echado de menos con el entrenamiento tradicional con pesas. Y cuando empecé a explorar habilidades y movimientos acrobáticos, supe que había encontrado mi verdadera pasión.
¿Hay algún profesor, deportista o experiencia que haya influido en su estilo de enseñanza?
Hay muchísimos. He tenido el privilegio de conocer, trabajar y ser entrenado por mucha gente con talento, como Leo Gashi y Denis Piccolo, los responsables del equipo Sthenics, Giorgos Votsis, propietario del estudio Art of Calisthenics en mi ciudad natal, Tesalónica, y por supuesto Elpida Tsintsifa, una persona que ha dedicado toda su vida a la ciencia del deporte y que tuve la suerte de tener como mentora en mis comienzos.
Para los nuevos en esta práctica, ¿podría explicar qué es la calistenia y qué la distingue de otros entrenamientos de fuerza?
La calistenia es un protocolo anaeróbico de entrenamiento de fuerza con el peso corporal. Al igual que otros sistemas basados en el peso corporal, como el Pilates o el Yoga, combina ejercicios básicos (dominadas, flexiones, elevaciones de piernas) con movimientos basados en la destreza, como palancas frontales, planchas o victorianas. El objetivo principal es desarrollar la fuerza en la mayor amplitud de movimiento posible, a la vez que se gana músculo y se mejora la flexibilidad, lo que lo convierte en un método de entrenamiento completo. Uno de los mejores aspectos de la calistenia es el poco equipamiento que se necesita: una barra de dominadas, el suelo y tal vez una pared son más que suficientes. Sin embargo, lo que realmente la distingue es la forma en que los movimientos fluyen juntos, algo parecido a lo que verías con los gimnastas de anillas o los yoguis, pero con su propio estilo.
¿Cómo cree que se complementan el yoga, las inversiones y la calistenia?
Creo que el yoga, las inversiones y la calistenia se complementan perfectamente porque cada uno aporta algo único. El yoga me mantiene con los pies en la tierra. conciencia corporal y me ofrece una sensación de calma. En las inversiones pongo a prueba el equilibrio y la alineación, superando mis límites sin perder de vista la atención. Y la calistenia añade la fuerza y la potencia necesarias para pasar al siguiente nivel, como fluir a través de movimientos dinámicos. Juntos, crean esta mezcla perfecta de fuerza, control y fluidez que me mantiene desafiada e inspirada.
¿Cuál es su método para ayudar a los alumnos a superar el miedo o los bloqueos mentales ante las inversiones?
Este es uno de los miedos más comunes de mis clientes. Por lo general, se trata de no confiar plenamente en sí mismos, temiendo que sus manos no los sostengan, que se desplomen o, peor aún, ¡que se planten de cara! Así que, al principio, se trata de desarrollar la fuerza necesaria mientras se introducen algunas posturas de inversión básicas, como la postura del cuervo, para ayudarles a sentirse cómodos. Una vez que estén listos, pasamos a ejercicios sencillos de pararse de manos, usando la pared como soporte. Después de un par de series, las sonrisas en sus caras y la adrenalina hacen desaparecer cualquier miedo o preocupación.
¿Cómo equilibra el énfasis en la fuerza y la flexibilidad en sus clases?
La flexibilidad es una parte fundamental de nuestra práctica. Para mí, un atleta completo es alguien fuerte, explosivo, rápido, duradero y flexible. Mientras que ser fuerte en un rango limitado de movimiento puede funcionar para otros estilos de entrenamiento, en nuestra práctica, la movilidad y la flexibilidad son esenciales, no sólo para mantener sanos los músculos y las articulaciones, sino también para desbloquear habilidades y movimientos desafiantes. Por eso me centro en mejorar la flexibilidad desde todos los ángulos, combinando técnicas activas y pasivas.
¿Puedes compartir alguna progresión o técnica favorita que utilices para ayudar a los alumnos a desarrollar fuerza para las inversiones?
Unos hombros fuertes pueden marcar la diferencia cuando empiezas con las inversiones. Las flexiones en pico son uno de los mejores ejercicios para fortalecer la parte superior del cuerpo, especialmente los hombros y los tríceps. Dicho esto, también creo que es igual de importante practicar el movimiento en sí. Por ejemplo, cuando se trata de pararse de manos, las paradas de pecho contra la pared son un ejercicio increíble. Te ayudan a aprender la alineación correcta del cuerpo, a mantener la tensión y a fortalecer los músculos de los hombros al mismo tiempo.
¿A qué retos te has enfrentado como profesor al combinar estas prácticas y cómo los has superado?
Encontrar la fórmula adecuada no fue fácil. Tuve que experimentar con diferentes enfoques, retocando y ajustando constantemente. El mayor reto fue no disponer de datos suficientes para evaluar realmente si el plan funcionaba. Fue un proceso de ensayo y error: hay que probar las cosas porque si no, no hay forma de saber si funcionarán. Pero con el tiempo, las cosas empezaron a encajar y fui ganando confianza. Ahora siento que he encontrado el equilibrio adecuado.
¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de empezar con las inversiones o la calistenia?
Que busque orientación y un buen entrenador, que caliente siempre bien, que escuche al cuerpo, que sea paciente y, sobre todo, que se enamore del proceso.
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