La tensión y el dolor en los isquiotibiales es probablemente la queja número uno que se escucha en las clases de yoga. Nuestros isquiotibiales forman tres grupos musculares diferentes, que colectivamente son responsables de la flexión de la rodilla y la elevación del pie cada vez que corremos o trotamos. Cuando usamos en exceso o agravamos estos músculos, su respuesta es tensarse y contraerse. Y no hay duda de la furia de un isquiotibial sobrecargado.
¿Por qué es bueno el yoga para los isquiotibiales tensos?
El yoga y el running se complementan a la perfección, ayudando a llenar los huecos que le faltan al otro. Practicar un puñado de posturas específicas antes y/o después de una larga sesión de running puede ayudar a estirar y alargar suavemente los músculos isquiotibiales, así como a liberar cualquier tensión acumulada en el cuerpo.
Corredores, ¡alégrense! Esta sesión de estiramientos de 20 minutos está pensada para ti. Ver aquí o haz clic abajo.
Para profundizar, aquí están nuestras 3 mejores posturas de yoga para ayudarle a estirar los isquiotibiales desde todos los ángulos:
1. PLIEGUE HACIA DELANTE (UTTANASANA)
Estiramiento básico de los isquiotibiales para alargar y liberar tensión.
CONSEJO: Si empiezas a sentir dolor, retrocede doblando suavemente las rodillas. El objetivo es sentir un estiramiento sin molestias ni tensión.
2. FLEXIÓN HACIA DELANTE CON LAS PIERNAS ANCHAS (PRASARITA PADOTTANASANA)
Estiramiento de los isquiotibiales internos para alargar también la columna vertebral.
CONSEJO: Apoya las manos en el suelo y levanta las rodillas para activar los cuádriceps. Una mayor activación profundizará el estiramiento de los isquiotibiales.
3. POSTURA DE LA PIRÁMIDE (AKA PARSVOTTANASANA)
Estiramiento de los isquiotibiales externos para trabajar el equilibrio y la fuerza de las piernas.
CONSEJO: Los isquiotibiales muy tensos se beneficiarán del uso de bloques (como éstos) para apoyar las manos si no llegan al suelo.