Proteja su vitalidad y mejore su calidad de vida integrando los principios yóguicos en su caja de herramientas de salud mental. Por Divya Balakrishnan
No hay forma más suave de decirlo: vivimos tiempos que ponen a prueba nuestra compasión, resistencia, tolerancia, dolor y esperanza, a veces todo en un mismo día. Nuestros sistemas nerviosos están sobreestimulados, oscilando entre altibajos extremos, lo que nos hace luchar colectivamente por mantener la salud mental.
Afortunadamente, las soluciones modernas, como la terapia conversacional y la espiritualidad, pueden ayudarnos a sobrellevar la situación. Pero tenemos más a nuestro alcance. El yoga -a menudo malinterpretado como un mero ejercicio físico- tiene aplicaciones que van mucho más allá de la esterilla, incluida una poderosa ayuda para la salud mental.
UNA CONCEPCIÓN MODERNA DEL YOGA
Durante años, el yoga se enfrentó al escepticismo en Occidente, tachado de pseudociencia. Pero los primeros en adoptarlo experimentaron sus beneficios transformadores: mejora del estado de ánimo, resistencia emocional, resistencia física y autorregulación a través de la respiración, por nombrar algunas observaciones comunes. Aunque muchos practicantes de yoga comenzaron a evangelizarlo como una poderosa vía hacia la salud mental, no había suficientes pruebas científicas modernas para convencer al público en general de su eficacia, hasta hace pocos años.
En las últimas décadas, los académicos se han dado cuenta de los irrefutables beneficios fisiológicos y psicológicos de practicar yoga con regularidad. Los estudios demuestran los profundos efectos fisiológicos y psicológicos de la práctica regular de yoga en nuestro bienestar general, desde Pranayama (trabajo de respiración) y Dhyana (meditación) para Asana (posturas físicas). El yoga va mucho más allá de la superficie y ofrece herramientas que nos ayudan a superar las tensiones de la vida moderna.
Ya no vivimos en el mundo para el que se creó el yoga. Los retos actuales -correos electrónicos interminables marcados como "URGENTE", desastres climáticos y preguntas existenciales sobre el propósito- crean angustia física y mental. La dificultad para respirar, la hipertensión y el estrés crónico son sólo algunas de las manifestaciones.
La medicina moderna ofrece soluciones críticas, pero no es la única vía. La salud mental y física están profundamente entrelazadas, y el yoga ofrece herramientas únicas para abordar ambas.
He aquí tres maneras en que puede utilizar el yoga para apoyar su salud mental:
1. UTILIZAR LOS YAMAS Y NIYAMAS COMO MARCO PARA UNA VIDA EQUILIBRADA
Nuestra sociedad a menudo prioriza el individualismo (ambición, éxito financiero y estatus social) sobre el colectivismo. Aunque estos objetivos no son intrínsecamente malos, pueden fomentar una mentalidad de escasez y comportamientos egocéntricos. Los seres humanos prosperan en comunidad, y la Yamas (disciplinas éticas) ofrecen un marco para reconectar con los demás y con el planeta.
Los yamas, la primera rama del yoga, consisten en cinco disciplinas éticas clave que pueden ayudarnos a volver a formas de vida comunitarias y sanadoras. Los cinco Yamas son: Ahimsa (no hacer daño), Asteya (no robar), Aparigraha (no posesión), Satya (veracidad) y Brahmacharya (moderación). Por ejemplo:
- Practicar Brahmacharya (moderación) en el consumo de cosas, como medios de comunicación, ideas y entretenimiento, nos ayuda a aclarar lo que realmente necesitamos en la vida.
- Discernir y desprenderse del desorden físico y mental (Aparigraha) crea espacio para cosas mejores.
- Decir y vivir tu verdad (Satya) reduce la ansiedad por tener que "rendir" ante la sociedad.
Por otra parte, los cinco Niyamasu observancias internas, forjan el carácter y la disciplina: Saucha (limpieza), Santosha (satisfacción), Tapas (disciplina), Svadhyaya (autoaprendizaje), y Isvara Pranidhana (entrega al poder superior). Estas prácticas complementan a los Yamas:
- Liberación del desorden físico y mental (Aparigraha) conduce a una mente y un espacio limpios y centrados (Saucha).
- Moderar la energía, el tiempo y el consumo (Brahmacharya) fomenta la disciplina y la pasión en todo lo que haces (Tapas).
- Practicar la gratitud por lo que se tiene (Santosha) hace que no robar (Asteya) por defecto.
Cuando vivimos según estos principios, rompemos la ilusión de separación entre nosotros (Maya). Una vez que actuamos con compasión y atención hacia los demás, hay menos división y más paz en nuestras comunidades y en nuestros corazones.
2. SUPERAR LAS EMOCIONES DIFÍCILES CON ASANAS
Transformar la sociedad es un proceso a largo plazo. Mientras tanto, ¿cómo procesamos las emociones difíciles que surgen a diario?
Además de emplear marcos cognitivos para comprender, digerir y actuar ante los retos de la vida, también podemos utilizar nuestro cuerpo para procesar y sanar. Asana, la tercera rama del yoga, trabaja a través del cuerpo para eliminar bloqueos energéticos, crear conciencia y regular los estados emocionales. La ansiedad, por ejemplo, a menudo se manifiesta físicamente como entumecimiento, pulso acelerado o sudor en las palmas de las manos. Mindful Asana nos tranquiliza y nos ayuda a recuperar la sensación de control.
Al guiar el cuerpo en posturas específicas, podemos movernos intencionadamente... Prana (energía vital), eliminando bloqueos, aumentando la vitalidad y provocando cambios fisiológicos sutiles pero significativos. Las asanas también desarrollan la conciencia corporal, lo que nos permite comprender mejor nuestras emociones y responder a ellas.
He aquí algunos ejemplos:
- Las posturas con las piernas elevadas por encima del torso estimulan la circulación y nos devuelven la energía cuando sentimos tristeza.
- Las posturas que permiten descargar el peso en la tierra o en accesorios calman las emociones exaltadas.
- Flujos sencillos y repetitivos como Vinyasa secuencias o Surya Namaskar (Saludos al Sol) proporcionan tranquilidad meditativa y alivio emocional.
A través de Asana, volvemos a conectar con nuestros cuerpos, creando espacio para la liberación emocional y la curación.
3. REGULAR EL ESTRÉS CON PRANAYAMA
A menudo se dice: "Donde va la respiración, sigue la conciencia". Los cambios emocionales afectan directamente a la respiración, que a menudo se vuelve superficial o errática durante el estrés. Además de mover el cuerpo a través de Asana, aprender sobre Pranayama (control de la respiración), la cuarta rama del yoga, nos capacita para regular conscientemente esta respuesta.
Está científicamente demostrado que el pranayama activa el sistema nervioso parasimpático, que gobierna la respuesta de "descanso y digestión". Técnicas populares de pranayama como Nadi Shodhana (respiración por fosas nasales alternas) y Sama Vritti Pranayama (respiración en caja) facilitan respiraciones más lentas y profundas, que reducen la frecuencia cardiaca, la presión arterial y los niveles de cortisol, todos ellos factores clave para reducir el estrés.
Además de aliviar el estrés, los estudios demuestran que el Pranayama mejora el tono vagal -la influencia del sistema nervioso parasimpático en la función cardiaca-, lo que mejora la regulación emocional y la capacidad de recuperación. El simple acto de "respirar" adquiere un significado profundo cuando se comprende la eficacia con la que puede ayudar a gestionar las respuestas fisiológicas durante las crisis de salud mental.
YOGA Y SALUD MENTAL
El yoga ofrece herramientas modernas para la salud mental. Nos enseña a encontrar el equilibrio interno y externo, nos da herramientas para regular los altibajos emocionales (incluyendo cómo aceptar los extremos) y cómo tomar el control de nuestra propia curación. Nos volvemos infinitamente poderosos una vez que comprendemos realmente nuestras capacidades, tanto mentales como físicas.
El yoga está aquí para ayudarte en tu viaje: utilízalo con sabiduría y a menudo.
Conecta con
Mantente en contacto con Divya en Instagram en su cuenta principal (@divyabala) y en su podcast (@yogaoffthematpodcast).
Divya está practicando en nuestro esterilla de yoga PROlite® en Wasabi con Bloques de yoga de corcho y usando nuestro Dhara Tank y Capri Leggings en Avian Heather.