En 1997, Internet no había hecho más que empezar (menos del 2% de la población mundial era usuaria), se había lanzado la primera plataforma de medios sociales (pero, seamos sinceros, nadie sabía qué hacer con ella) y Amazon sólo tenía 4 años, dedicándose principalmente a la venta de libros y DVD.
20 años después, todas esas cosas están muy vivas... y también lo está la esterilla de yoga característica de Manduka, el Black Mat PRO. En 1997, el paisaje del yoga era un lugar muy diferente, donde los refugiados de los años 60 y los estudiantes de artes marciales se reunían en pequeños estudios para practicar en esterillas improvisadas, a menudo hechas de trozos de moqueta (historia real).
"Las primeras esterillas de yoga eran, en el mejor de los casos, mejor que nada", se ríe Peter Sterios, arquitecto, profesor de yoga y fundador de Manduka. "No tenían ninguna cualidad técnica".
Un diseñador de productos que se autoproclamaba un empollón con formación en yoga (y, hay que reconocerlo, muy oportuno) decidió probar suerte y crear una esterilla de yoga mejor, que priorizara el rendimiento, la comodidad y la durabilidad... tan duradera que no tuvieras que tirarla nunca.
"Cuando estaba decidiendo si crear o no la empresa, hablé con algunos empresarios sobre mi concepto", recuerda Peter. "Todos y cada uno de ellos dijeron: '¿No se desgasta? Eso es terrible. Nunca tendrás clientes que vuelvan'". Me di cuenta de que era una apuesta arriesgada, pero que quería aceptar".
Así que invirtió 25.000 dólares (sin saber que no cobraría un sueldo en los ocho años siguientes) y creó la esterilla de sus sueños, con el modesto objetivo empresarial de simplemente compartir la esterilla con amigos y familiares de toda la costa oeste.
Pero la reacción de la comunidad del yoga fue más que inesperada. El boca a boca se extendió rápidamente y Peter, sin departamento de ventas ni infraestructura comercial alguna, empezó a recibir pedidos personalmente por teléfono e Internet.
"La reacción general fue abrumadora", dice Peter. "Manduka siempre ha sido una empresa con un público entusiasta y deseoso de ofrecer grandes comentarios sobre el producto. Esto no fue más que el principio".
La idea de que la Black Mat PRO era la única esterilla de yoga que necesitarías para la VIDA no tenía precedentes, y posicionó a Manduka como uno de los primeros líderes de la industria outdoor en sostenibilidad, "mucho antes de que estuviera de moda."
"Hay una responsabilidad social y financiera asociada a la fabricación de productos que duran", afirma. "Y si inviertes en calidad, el medio ambiente siempre saldrá beneficiado". Manduka siempre se ha comprometido a tomar decisiones éticas a la hora de diseñar y fabricar productos de calidad... No nos limitamos a mirar la cuenta de resultados."
Es una ética que ha servido bien a la empresa durante los últimos 20 años, un cimiento sobre el que Manduka ha soportado el auge, la caída y el renacimiento de la práctica.
"La trayectoria del yoga es muy interesante", reflexiona Peter. "La duración de esta burbuja actual del yoga me ha sorprendido absolutamente, pero creo que lo que alimenta esa popularidad es una cosa: la comunidad, y la conexión de las personas consigo mismas y entre sí. Ofrecer los mejores productos y enseñar a la gente a utilizarlos es para mí una recompensa que va mucho más allá de cualquier otra cosa. Y eso es lo que es sostenible para nosotros durante los próximos 20 años".
