AdniJóga se ha convertido en una luz brillante en Budapest que muestra el poder del yoga en la comunidad. Esta empresa social marca la diferencia ofreciendo yoga a grupos de riesgo para ayudarles a superar sus traumas vitales. Manduka colabora con esta iniciativa en el marco de nuestro programa "Roll it Forward"para extender el alcance del yoga a todas las comunidades y poner el poder curativo del yoga al alcance de todos. Tuvimos la suerte de pasar algún tiempo con Anna Kalmar fundadora de AdniJóga para saber más sobre su misión y modelo de negocio y sobre cómo cada profesor y estudio de yoga puede marcar la diferencia en su comunidad.
Según las estadísticas de Europa Central y Oriental, sólo en Hungría hay dos millones de personas con problemas de salud mental, y sólo 100.000 tienen acceso a terapias financiadas por el Estado. Este es el contexto en el que AdniJóga trabaja para compensar esta carencia de atención ofreciendo sesiones de yoga con conciencia del trauma a grupos vulnerables. Dado que la sostenibilidad es un factor clave para prestar este servicio de forma fiable a largo plazo, también se asocian con empresas para impartir clases de yoga en oficinas. Estos socios corporativos financian las clases de los beneficiarios de forma individual.
¿Cómo se AdniJóga y ¿dónde se encuentra hoy?
Mi viaje personal como empresaria social empezó hace poco más de tres años, cuando volví a mi ciudad natal, Budapest, tras una maravillosa (y difícil) experiencia enseñando yoga a mujeres refugiadas en Grecia. Al ver el cambio que el movimiento, la meditación y la relajación fueron capaces de provocar allí en sólo dos meses, decidí montar una iniciativa de yoga en casa, en el entorno que más conocía, y esta vez, pensar a largo plazo. Al principio, empecé a buscar organizaciones que trabajaran con refugiados y personas en situación de pobreza. Organicé clases regulares con sus beneficiarios. Luego, invité a mis amigos a practicar conmigo a cambio de donativos, que luego ayudaron a financiar colchonetas y otros accesorios para las clases de los beneficiarios. Por último, pero no por ello menos importante, publiqué un post en grupos de Facebook preguntando si había otros instructores que quisieran unirse a una iniciativa de yoga social. Más de 20 personas se pusieron en contacto conmigo y pronto nuestra historia colectiva, AdniJóga comenzó.
En la actualidad, nuestro equipo está formado por 17 profesionales entregados a su trabajo. En los últimos años hemos podido ofrecer yoga y meditación gratuitos a más de 500 personas, entre adultos y niños vulnerables. Ahora trabajamos con una amplia gama de grupos beneficiarios, en 10 sesiones regulares. Para financiar nuestra iniciativa, nuestro equipo también ofrece clases personalizadas de yoga y meditación en la oficina a empresas colaboradoras que, al adquirir nuestro servicio, también devuelven algo a la comunidad. Por cada clase en la oficina, organizamos también una sesión para nuestros grupos beneficiarios, creando así un modelo de empresa social de "uno por uno".
¿Cuál es el problema social que abordan con AdniJóga?
Vemos que los problemas de salud mental están aumentando en todo el mundo. Estos problemas afectan de manera desproporcionada a quienes viven por debajo del umbral de pobreza, ya que la pobreza actúa como un factor de estrés crónico. Por desgracia, en Hungría y en muchos otros lugares del mundo, las personas vulnerables, atrapadas en situaciones difíciles, tienen menos probabilidades de acceder a servicios de apoyo a la salud mental o a ayuda psicológica para afrontar sus traumas y mejorar su bienestar. Según nuestra experiencia, los problemas de salud mental pueden actuar como una barrera entre las personas traumatizadas y sus objetivos en la vida, tanto personales como profesionales.
A nivel personal, sufrir un trauma supone una pérdida de control que puede prevalecer y obstaculizar el progreso personal. Vivir en la pobreza también puede fomentar un sentimiento de dependencia. En nuestras clases de yoga y meditación conscientes del trauma, vemos que la gente experimenta conciencia y control sobre su cuerpo, su respiración y sus pensamientos. Esto parece ser una herramienta poderosa que también puede aplicarse a otras áreas de la vida. Creemos que realmente puede cambiar la vida de una persona a largo plazo.
Usted ha ayudado a personas de todos los ámbitos de la vida. ¿Puede hablarnos del impacto que ha tenido en las personas?
Trabajamos con diversos grupos en Hungría para lograr un impacto social. Entre nuestros beneficiarios hay niños tutelados por el Estado o de familias con bajos ingresos, refugiados, inmigrantes, supervivientes de abusos domésticos, jóvenes con autismo y padres con hijos discapacitados.
Los efectos del yoga en cada grupo (y de hecho, en cada individuo) pueden ser completamente diferentes, pero por poner algunos ejemplos: En el caso de los niños, la mejora de la concentración y una mayor conciencia hacia su cuerpo, emociones y pensamientos pueden traducirse en mejores resultados escolares. En el caso de los adultos, la misma mejora de la autoconciencia y la aceptación ha supuesto un verdadero cambio positivo en el bienestar. Dedicar tiempo al autocuidado y practicar el uso de herramientas de salud mental puede iniciar un proceso de curación en las personas, catalizado además por la comunidad de apoyo que experimentan. Esto, a su vez, les hace más resistentes y motivados y mejora sus relaciones y sus posibilidades de encontrar y conservar un empleo.
En definitiva, nuestro objetivo a largo plazo es ayudar a las personas a salir de la pobreza, curar los traumas e integrarse en la sociedad. Creemos que un equilibrio en la salud mental y física es un elemento esencial para alcanzarlo.
¿Ve longevidad en su negocio y cree que es un concepto transferible a otros países/ciudades?
Nos apasiona demostrar que nuestro modelo de servicio de empresa social "uno por uno", en el que las empresas ayudan a financiar el trabajo de profesionales de la salud mental para sus empleados y también para grupos vulnerables, funcionaría bien también en otros entornos. La clave para validar nuestra afirmación es alcanzar la sostenibilidad financiera. Como empresa social, siempre es difícil llegar a la autofinanciación total. Este es el objetivo que tratamos de alcanzar en los próximos años, tras lo cual estaríamos encantados de ayudar a poner en marcha iniciativas similares en distintas partes del mundo.
¿Qué consejo daría a otros profesionales del yoga para que retribuyan? ¿Cuáles son las 3 cosas que cualquier estudio y profesor de yoga puede hacer en su comunidad para tener el mayor impacto social?
El éxito del trabajo que hacemos depende totalmente del corazón y el alma de AdniJóga: los dedicados instructores que imparten nuestras sesiones. Cada uno de los miembros de nuestro equipo imparte de forma voluntaria una clase beneficiaria regular, centrada en un tema social que le apasiona personalmente. Animamos a otros profesores de yoga a que también busquen este tipo de oportunidades; al fin y al cabo, una clase gratuita a la semana no descarrila tu agenda, pero el impacto que podría tener es considerable.
En cuanto a los estudios, después de la pandemia, siempre hay formas de ser socialmente responsables. Tender la mano a la comunidad local e impartir clases basadas en las necesidades de quienes no pueden pagar la cuota de socio, o invitar a iniciativas como la nuestra a utilizar algunos de los espacios del estudio, son algunas de las grandes opciones. Pero asegúrate de ofrecer estos servicios con regularidad, no sólo en Navidad :)
Y un consejo para cualquier instructor que trabaje con comunidades vulnerables: no intente sobrepasar sus propios límites en un esfuerzo por ayudar. Somos los mejores en aquello para lo que estamos cualificados, y remitir a alguien a un psicólogo, nutricionista u otro tipo de profesional puede dar mejores resultados y, además, mantendrá a la persona en una posición más segura. su tu alma.
¿Qué ha sido lo más duro con lo que has tenido que lidiar a lo largo de este viaje hasta ahora?
Hay muchas dificultades menores cuando se trata de trabajar con grupos vulnerables. Como instructor tienes que ser muy adaptable a las circunstancias. Cada grupo supone un reto diferente y lleva tiempo ver qué es lo mejor para cada uno. Una vez establecida la conexión con el grupo, es difícil distanciarse de los problemas que los participantes tienen en sus vidas. Aun así, es esencial trazar límites para protegernos.
Hablando de dificultades, por supuesto, Covid19 tampoco ha sido fácil para nosotros. Hace un año, tuvimos que trasladar toda nuestra empresa social al espacio en línea, desconocido para todos nosotros, los instructores. Hemos conseguido que la empresa siga creciendo y hemos creado una plataforma en línea en la que nuestros beneficiarios también pueden practicar con nosotros a diario. Según nuestra experiencia, este último año también se ha producido un cambio positivo en la percepción del autocuidado y del yoga. Afortunadamente, la gente está empezando a reconocer que dedicar tiempo a la propia salud mental debe ser una prioridad. La salud mental no es un lujo y el yoga tampoco debería serlo.
Más información sobre AdniJóga en su sitio web: www.adnijoga.hu y síguelos en las redes sociales @adnijoga
Si vives en Budapest o alrededores y quieres unirte a su causa y donar tu tiempo, ponte en contacto con Anna Kalmarfundadora de AdniJóga.
Créditos de las fotos: AdniJóga