Muchas veces en la vida se nos presenta la oportunidad de empezar de nuevo. Al comienzo de un nuevo año, una nueva década, incluso una nueva semana, hay una sensación fresca de borrón y cuenta nueva. En este espacio de nuevos comienzos, es el momento perfecto para comenzar una práctica de yoga. Crear un espacio para tu práctica puede ser muy divertido si eliges el equipo adecuado para ti, y esto puede ayudarte a alcanzar el éxito. En este caso, el éxito es simplemente disfrutar de la unión de la respiración y el movimiento, la unión de la mente y el cuerpo.
PREPARAR EL ESPACIO
Tanto si vas a practicar en un estudio como en casa, es importante contar con una superficie estable y de gran agarre. Aunque puede resultar tentador elegir la esterilla más barata disponible, las esterillas más baratas suelen estar fabricadas con materiales de menor calidad que pueden resultar muy resbaladizos y, de hecho, dificultan la práctica.
Para los principiantes, prueba la serie eKO de esterillas Manduka, que no sólo ofrecen un buen agarre desde el primer momento, sino que además son ecológicas y están disponibles en colores realmente bonitos.
Si estás más interesado en un poco de acolchado extra, echa un vistazo a la esterilla redonda eKO eQua que, al igual que la eKO, también está hecha de caucho natural. La esterilla redonda tiene una parte superior de microfibra que ofrece un poco más de acolchado para la práctica en casa.
Una vez elegida la esterilla, un juego de bloques puede ayudarte a rellenar el espacio entre las manos y el suelo, así como en las flexiones hacia atrás. Una forma fácil de visualizarlo es pensar en inclinarse hacia delante para tocarse los dedos de los pies. Si los isquiotibiales y la parte baja de la espalda no pueden hacer esto fácilmente, colocar bloques delante de los pies puede hacer que el pliegue hacia delante sea más accesible, al proporcionar a las manos un lugar en el que descansar cómodamente. La mayoría de los estudios tienen bloques, pero si practicas en casa, una pequeña inversión en un juego de bloques de corcho puede ayudarte a entrar en posturas que son nuevas para tu cuerpo con una mayor sensación de facilidad.
CALENTAR EL CUERPO
Ahora que estás listo para empezar a practicar, recuerda tomarte tu tiempo para calentar lentamente el cuerpo. Tanto si eres un atleta de élite como si acabas de retomar el movimiento, es importante que respires lenta y profundamente, y que "te dejes caer" en tu cuerpo con plena conciencia. El yoga es una antigua tradición que tiene formas muy específicas de calentar el cuerpo, llamadas saludos al sol. Cada día somos recibidos por las nuevas posibilidades que nos brinda el amanecer y, al igual que el nuevo día, nuestro cuerpo puede verse y sentirse un poco diferente cada vez que pisamos la esterilla. Estar de pie en la postura de la montaña con los pies separados a la anchura de las caderas, el tronco suavemente contraído y la coronilla levantada hacia el cielo es una buena oportunidad para escanear el cuerpo desde dentro y notar si hay algo que necesite un poco más de atención o cariño. Una vez que te hayas tomado el tiempo de escanear tu cuerpo, estarás listo para empezar con los saludos al sol.
SALUDOS AL SOL
El medio saludo al sol es una forma muy accesible y sencilla de calentar el cuerpo. Esta secuencia en particular se practica de pie y todo lo que necesitas es la esterilla y los bloques. Desde la postura de la montaña, inhala y levanta los brazos hacia el cielo. Al exhalar, dóblate lentamente hacia delante y coloca las manos sobre los bloques (puedes elegir la altura de los bloques en función de tu nivel de flexibilidad). Inhala y alarga la columna, de modo que el torso quede paralelo al suelo. Exhala y dóblate hacia dentro, dejando que la nariz se acerque suavemente a las rodillas. Al inhalar, vuelve a levantar los brazos hacia el cielo y, al exhalar, lleva las manos a Namasté, en el centro del corazón.
LISTO PARA FLUIR
Cuando hayas realizado tres rondas de medio saludo al sol, estarás listo para pasar a la práctica completa. Tanto si practicas en un estudio con un profesor experto como si lo haces en casa con un vídeo o un libro en línea, asegúrate de escuchar a tu cuerpo y sus señales. Ni siquiera el profesor más experto puede ver lo que sientes por dentro, así que respeta los límites naturales de tu cuerpo y recuerda que no hay competición, ni siquiera contigo mismo. El yoga debe sentar bien a tu cuerpo y dejarte con energía para el resto del día. Esa conexión energética es algo que puedes encontrar cada vez que pises tu esterilla y disfrutes de tu práctica.