Una guía consciente para llevar tu práctica contigo.
Tanto si te vas a un retiro bajo el sol, a explorar una nueva ciudad o simplemente a cruzar la ciudad, tu esterilla de yoga es más que un equipo: es tu espacio de anclaje. Pero viajar con ella no debería ser una tarea extra.
A continuación te explicamos cómo empaquetar tu esterilla con facilidad, intención y todo lo que necesitas, nada más.
Paso 1: Elige la esterilla adecuada
No todas las esterillas están hechas para viajar. La clave está en encontrar una que te ayude a fluir y se adapte perfectamente a tu vida, tanto si la metes en la maleta como si la llevas bajo el brazo. Por suerte, tenemos CUATRO esterillas de viaje.
Opciones a considerar:
- PRO® Travel: Una versión compacta de nuestra icónica PRO®, que ofrece estabilidad y durabilidad en un perfil más pequeño y portátil (con nuestra reconocida garantía de por vida).
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eKO® Superlite: Una superficie con agarre y textura perfecta para usar sola o superpuesta a una esterilla de alquiler. Ideal para viajes minimalistas.
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Alfombra de Yoga Shala: Suave y fácil de enrollar, esta opción tradicional tejida a mano se mueve maravillosamente entre espacios.
- GRP® Travel: Construido para el sudor, adherente desde el principio, perfecto para hot yoga sobre la marcha.
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Paso 2: límpiala antes de hacer la maleta
Antes de que tu esterilla te acompañe en el (y después), tómate un momento para reajustar. Límpiala con un paño o limpiador suave, sobre todo después de clase. Para después de una práctica sudorosa, asegúrate de dejarla secar antes de meterla en la maleta. Así alargarás su vida útil, mantendrás tu equipaje fresco y te asegurarás de llevar algo limpio y despejado cuando llegues.
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Paso 3: Doblar o enrollar con intención
La forma de empaquetar su esterilla depende de sus necesidades de embalaje. Todas las esterillas de viaje Manduka se pliegan O se enrollan, para que usted elija su disposición ideal. Sea cual sea su elección, busque la simplicidad
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Pliégala en cuadrados y métela en el equipaje de mano o en la mochila: plana, compacta y fácil.
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ENROLLA firmemente de arriba abajo. Mantén el lado de práctica hacia fuera para que la esterilla quede más plana al desenrollarla después.
Paso 4: Considera lo esencial
Si el espacio lo permite, añade una toalla o una correa. Estos pequeños accesorios son muy útiles
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Toallas (como eQua® o yogitoes®) añaden agarre, absorben el sudor o sirven como capas para estudios de alquiler o superficies desconocidas. También son muy versátiles y sirven como toalla de playa o para la cara, para que no lleves más de lo que necesitas.
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Correas son una solución para transportar y una herramienta de apoyo para profundizar en las posturas sobre la marcha. O incluso puedes utilizarlas para agrupar artículos similares en tu bolsa o mantener unido un conjunto ideal.
Piensa en ellos como pequeñas comodidades que te ayudan a mantener un ritmo constante, independientemente de dónde te muevas.
P.D. no te pierdas el minibloque. es una verdadera joya escondida.
Paso 5: Aplanar y reajustar
Cuando llegues, desenrolla o unfold tu esterilla y deja que se asiente. Dedícale unos minutos para que se libere de cualquier pliegue o arruga. Al igual que tu cuerpo, necesita un momento para aclimatarse.
Después, respira hondo. Ya has llegado. Y tu práctica también.
Conclusión
Vayas donde vayas, tu esterilla es más que algo que llevas, es algo a lo que vuelves. Con un poco de intención y la configuración adecuada, tu práctica puede moverse libremente contigo... ¡listo cuando tú lo estés!






